Plántulas afectadas por la llaga pardo-rojiza producida por el hongo Fusarium oxyisporum.
Este hermoso país, Argentina, surte al mundo entero con sus maravillosos y variados productos originados en el renglón agropecuario; pero, parece no tener un control eficiente y significativo, en cuanto a aspectos agrícolas fitosanitarios en las Provincias.
Existen para empezar , "viveros", expendios de plantas y plantulas que funcionan de manera irresponsable, libremente, sin cumplir los requisitos que exigen las leyes de cualquier país dispuesto a competir en el mercado internacional de productos agrícolas y por supuesto, a obtener buenos rendimientos productivos y financieros.
En éste caso, me voy a referir a la profusa difusión de un terrible mal que si no es controlado oportunamente puede producir grandes pérdidas y afectar la credibilidad internacional de calidad de los productos agrícolas de exportación.
Ese mal, peor que la fiebre aftosa que cierra entre países sus fronteras, se llama entre otras variedades: "Llaga pardo-rojiza (Ver foto), llaga macana, llaga negra, llaga maya y mal de machete"; éste último término por cuanto se propaga por medio de herramientas contaminadas con el hongo que produce la enfermedad, clasificado como "Ceratocystis fimbriata". Ver foto de entrada anterior.
Esta plaga no solo la he encontrado en el vivero donde compre ocho plantas y seis de ellas lo poseían; también lo he visto en cítricos sembrados en las veredas, andenes, de las calles de las ciudades de: Tucumán, Santiago del Estero y en Termas de Río Hondo.
¿Se imaginan los viticultores de otras provincias con éste mal difundido desde ésta provincia, Santiago del Estero?
Expuse en otra entrada anterior, otro caso de una planta floral afectada por la "llaga negra" y adquirida en el mismo vivero: Hipolito Yrigoyen con Pasteur.
¿Sería conveniente un cierre de fronteras con las provincias de: Catamarca, Tucumán, Cordoba, Santa Fe, Salta y Chaco para impedir la difusión de ésta plaga?
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